Compañeras y compañeros Diputados:
El Día Internacional de las Personas con Discapacidad se observa en todo el mundo cada 3 de diciembre de acuerdo a la resolución de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas adoptada el 14 de octubre de 1992, con el objetivo de llamar la atención y movilizar apoyos para aspectos clave relativos a la inclusión de personas con discapacidad en la sociedad y en el desarrollo.
El mensaje de este año de la ONU es el del desarrollo sostenible para todos aquellos que sufren algún tipo de discapacidad que les impide o limita incorporarse dignamente a la vida familiar, laboral, social y pública de la sociedad democrática.
Se estima que más de mil millones de personas en el mundo sufren algún tipo de discapacidad. No sobra decir que nuestros ideales de justicia y equidad tienen muchas tareas pendientes con quienes padecen alguna limitación física o mental y tienen derecho a vivir una vida de atención, respeto, cuidado y oportunidades.
Por ello mismo quiero expresar en la tribuna donde se representan los intereses de los chihuahuenses, nuestra lealtad al humanismo que crea valores y los moldea en acciones de justicia.
En efecto, el desarrollo sostenible de las políticas públicas debe afianzar la cultura de respeto a quienes sufren alguna discapacidad, pues la única verdad absoluta es que nada de lo humano nos es ajeno.
Y que, por lo tanto, como seres limitados y finitos, establecemos vínculos de solidaridad con quienes requieren de un apoyo para incorporarse a la plaza pública, al espacio común donde las oportunidades laborales y educativas se distribuyen con equidad, es decir, tomando en cuenta las carencias o dificultades innatas o circunstanciales que les impiden al libre acceso a la convivencia igualitaria.
En el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, es de particular importancia la reiteración de los valores más preciados de la civilización humana.
Somos testigos de la cultura de apoyo a los discapacitados.
Somos testigos de que pueden ser admirables deportistas, estudiantes de excelencia, trabajadores productivos, pensadores de grandes vuelos, artistas de una rica imaginación y creatividad y, sobre todo, ciudadanas y ciudadanos iguales entre los iguales.
Un clásico latino filosofaba sobre la brevedad la vida. En efecto, la vida es breve y tal vez por eso es tan bella.
La vida humana es la más sublime de las maravillas, y es preciso que lo sea para todas y todos.
En el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, convoco muy respetuosamente a la sociedad chihuahuense y a las instituciones públicas, privadas y sociales del estado, a reafirmar el humanismo activo a favor de los discapacitados.
Vamos a derribar los muros de incomprensión e indiferencia y en su lugar vamos a edificar la plena dignidad de nuestra común pertenencia a la humanidad.
MUCHAS GRACIAS.
DIPUTADA LAURA DOMÍNGUEZ ESQUIVEL
No hay comentarios.:
Publicar un comentario