jueves, 11 de diciembre de 2014

CON MOTIVO DEL DÍA DE LOS DERECHOS HUMANOS

Los grandes bienes humanos son la vida y la libertad. De estos bienes se derivan derechos fundamentales que las instituciones y las personas tenemos el deber de respetar.

La clave de los derechos humanos la encontramos en la voluntad de respetar para exigir respeto. Siguiendo las sabias palabras de don Miguel de Unamuno, la mejor manera de respetar los derechos humanos es la voluntad de querer. . . La voluntad de querer es ya un hecho; de modo que en el querer está el camino para no humillar a nadie, para exigir lo que uno está dispuesto a conceder. 

Los derechos humanos son universales y de ellos se derivan deberes humanos que nos obligan. . . Si tenemos derechos, luego entonces también tenemos obligaciones. . . Si defendemos la vida y la libertad es porque queremos vivir y ser libres.

Hay épocas en que la vida humana es despreciada o en que la libertad es sometida por instituciones o poderes ilegales. . . Creo que la defensa apasionada de la vida y de la libertad es el fundamento de la defensa de todos los demás derechos, sobre todo los de aquellas personas y grupos más vulnerables.

El respeto a los derechos humanos es el espíritu de una comunidad que no quiere ser despojada de su alma, es la resistencia contra la violencia, es la restauración de un orden de justicia y dignidad, de un sistema cívico de participación en las decisiones públicas.

Defiende para que te defiendas.


Da respeto para exigirlo.

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