Cuando decimos “No al maltrato infantil” debemos hacernos responsables de atender las causas de este terrible problema.
Porque el maltrato infantil es una consecuencia de conductas sociales que pervierten la integridad de la familia y provocan la descomposición de la comunidad.
Como Diputada juarense, me comprometo a revisar a fondo las leyes civiles y penales para que la niñez no sea victimizada por causas cuya responsabilidad es de las instituciones públicas y privadas, de las escuelas y las familias.
Rendiremos cuentas del trabajo en este sentido y convocaremos a las organizaciones civiles para proteger lo más sagrado que tenemos, que son las niñas y niños juarenses.
Igualmente, buscaremos vincular al sector educativo para que en los programas de estudio se incluya un capítulo especial de formación ética y cívica directamente vinculada con la protección de la integridad física, psicológica y moral de la niñez chihuahuense.
Como madre, asumo el compromiso de unirme a todas las voces y actividades que promuevan una nueva conciencia de dignidad, respeto y amor por nuestros hijos.
El maltrato infantil nos regresa a la barbarie. Es hora de vencer esta horrible práctica y de construir entre todos una cultura de aprecio a la niñez.
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